El organismo creado en 2008, que logró reducir un 28% las muertes por siniestros viales, inicia su proceso de disolución en el marco del ajuste estatal.
El Gobierno nacional oficializó este jueves el pase a disponibilidad de 97 trabajadores de la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV), en lo que representa el primer paso hacia su cierre definitivo. La medida forma parte del plan de reducción del Estado impulsado por la gestión de Javier Milei y abre un escenario de incertidumbre respecto al futuro de las políticas públicas en la materia.
La ANSV fue creada en 2008 con el objetivo de coordinar y unificar criterios para la prevención de accidentes de tránsito. A lo largo de su trayectoria, el organismo impulsó la licencia nacional de conducir, el sistema de scoring de infracciones y campañas de concientización que, según datos oficiales, contribuyeron a reducir en un 28% la cantidad de víctimas fatales en rutas y calles del país.
El cierre del organismo genera preocupación entre especialistas y referentes del sector, que advierten que la decisión puede impactar en la continuidad de programas claves. Entre ellos, el scoring nacional, la centralización de registros y las campañas de seguridad vial que buscaban modificar conductas de riesgo en los conductores.
La disolución de la agencia fue confirmada por fuentes oficiales y se enmarca en el ajuste presupuestario general. “El Estado debe achicarse y concentrarse en funciones esenciales”, señalan desde el Gobierno, aunque sin precisar qué organismo asumirá las tareas que hasta ahora llevaba adelante la ANSV.
Con esta medida, casi un centenar de trabajadores quedan en disponibilidad y el futuro de la seguridad vial a nivel nacional entra en una etapa de incertidumbre. Desde distintos sectores remarcan que, más allá de la discusión sobre la estructura estatal, la experiencia de la agencia mostró resultados concretos en la reducción de siniestros y muertes en las rutas argentinas.





