La Policía de la Ciudad realizó una reconstrucción en el lugar donde el fotógrafo fue herido; el CELS lo considera un avance positivo en la causa.

La investigación por la grave lesión que sufrió el reportero gráfico Pablo Grillo sumó un nuevo capítulo. Varios efectivos de la Policía de la Ciudad se presentaron esta semana en las inmediaciones del Congreso de la Nación para realizar una reconstrucción del hecho ocurrido el 12 de marzo, cuando Grillo fue alcanzado por un proyectil de gas lacrimógeno. El procedimiento busca aportar precisión sobre las circunstancias del ataque.

Desde el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), organización que representa a la familia Grillo a través de la abogada Agustina Lloret, destacaron el operativo como un “avance” importante. A través de sus redes sociales, informaron que los agentes tomaron medidas y fotografías del lugar para contribuir a esclarecer lo sucedido.

En paralelo, la salud del fotógrafo continúa con una evolución lenta pero constante. Según declaró su padre en diálogo con Radio Del Plata, Grillo ya no depende del casco protector para salir y existen expectativas moderadas respecto a su recuperación, aunque todo se maneja con cautela debido a la presión intracraneal que aún persiste.

En cuanto al avance judicial, el padre del fotógrafo destacó que, a diferencia de otros casos, la causa “no está tardando tanto”. La Justicia ya citó a indagatoria al gendarme Héctor Guerrero, principal sospechoso de haber disparado el proyectil, para el próximo 2 de septiembre.

Finalmente, el entorno de Grillo remarcó la importancia de que los responsables enfrenten un juicio. “Hay una condena social porque es evidente lo que ocurrió, basta con ver las imágenes”, sostuvo su padre, aunque también advirtió que el sistema judicial argentino obliga a mantener la cautela: “Esperamos que esta vez se logre”.