El Gobierno nacional, encabezado por Javier Milei, anunció este martes el cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad, la Comisión Nacional del Tránsito y Seguridad Vial, y la Agencia Nacional de Seguridad Vial, en el marco de su plan de ajuste y reestructuración del Estado. La medida fue comunicada oficialmente por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en conferencia de prensa desde Casa Rosada.

Adorni justificó la decisión afirmando que “la corrupción en la obra pública tiene su acta de defunción firmada, y la acaba de firmar el presidente Javier Milei”. Según anticipó, los detalles de la medida se publicarán en el Boletín Oficial en las próximas horas.

El cierre de estos organismos implica el desmantelamiento de estructuras clave para la planificación, mantenimiento y control de rutas, así como para la prevención de siniestros viales. La medida generará un fuerte impacto tanto en términos operativos como laborales, en especial en las provincias con alta dependencia de obras viales nacionales.

Aunque aún no se precisó cómo se redistribuirán las funciones que cumplían estos entes, fuentes oficiales aseguraron que parte de sus competencias pasarían a manos de gobiernos provinciales o serán absorbidas por otras áreas del Estado. El anuncio se enmarca en la política de «motosierra» que impulsa Milei para achicar el gasto público y reducir la estructura estatal.